lunes, 24 de diciembre de 2012
miércoles, 5 de diciembre de 2012
VALOR Y FRUTOS DE LA MISA
El valor de la Misa, en cuanto a su suficiencia, es infinito, tanto en la extensión como en la intensidad, y ello a causa de la dignidad del Pontífice y de la Hostia, que es el mismo Jesucristo. Por consiguiente, la Misa es por si misma suficiente para borrar los crímenes de todos los hombres, para alcanzar de Dios todos los bienes espirituales y materiales, en relación a la salvación.En cuanto a su eficacia práctica, el valor "latréutico" (o de adoración) y el valor "eucarístico" (o de acción de gracias ) de la Misa es también infinito, ya que una sola Misa procura a Dios una gloria que sobrepuja a todas las alabanzas de todas las criaturas visibles e invisibles; empero la eficacia impetratoria y satisfactoria de la Misa, es, de suyo, finitas y limitada, y proporcionada a nuestra capacidad y disposiciones. Los frutos de la Misa son los bienes que reporta el Sacrificio de Cristo, y pueden reducirse a estos tres:
1º El fruto general, del cual participan todos los fieles no excomulgados, vivos y difuntos, y especialmente los que asisten a la Misa y toman en ella parte más activa. 2º El fruto especial, del cual dispone el sacerdote en favor de determinadas personas e intenciones, con las que se ha comprometido en virtud del estipendio. 3º El fruto especialísimo, privativo del Sacerdote celebrante.
1º El fruto general, del cual participan todos los fieles no excomulgados, vivos y difuntos, y especialmente los que asisten a la Misa y toman en ella parte más activa. 2º El fruto especial, del cual dispone el sacerdote en favor de determinadas personas e intenciones, con las que se ha comprometido en virtud del estipendio. 3º El fruto especialísimo, privativo del Sacerdote celebrante.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)